lunes, 30 de noviembre de 2015

Cuento de la colección ´´Manténgase fuera del alcance de los niños´´, parte 1: ´´Dramas´´

La carta a mi madre
Mi madre está desaparecida, llega ahora esa noticia, ¿de dónde?, no importa. Mi madre es lo que por ahí llaman una putona, lo dice todo el alfabeto. Mi madre puede estar con cualquiera, con cualquier tipo, obvio, y en cualquier pretil si se le antoja. Mi madre vive, la observo con atención y me digo que puedo jurarlo, ¿cuántos años tenías aquí, madre?, debo reconocer que en realidad eres muy bonita. ¿Por qué habré descubierto esta foto justo ahora?...

Querida y apreciada madre:
Te saludo enviándote un abrazo y un beso, y pinto el abrazo y pinto el beso para que veas cómo quedan de bonitos, pero mira, lo mejor es que al pintarlos tengo que pintarte a ti, y al pintarte a ti no sé por qué pero siento que te correspondo, lo digo por la foto, ¡tú sabrás comprenderme!
¿Qué dirían mis compañeros de estudio si leyeran esta carta?, dirían que te estoy escribiendo como si yo fuera un pelaito, y pechichón además, que qué pendejada lo del abrazo y el beso, y seguro que Fuentes, mi enemigo mortal, me recordaría al tal Trinche, los dientes podridos del Trinche, que tú anduviste con ese puerco y que seguramente te le pegaste en la boca: Ay, Trinche, como te quiero, Trinche…

Querida y apreciada madre:
Te saludo enviándote un abrazo y un beso.
Te cuento que no me he portado del todo bien: hace poquito le di una paliza a Fuentes, el hijo de la bollera, le saqué el aire y le partí la boca, la verdad es que te estoy contando todo esto porque considero que se me fue la mano, ojalá que sepas comprenderme, que comprendas que soy un chico y que a los chicos nos cuesta mucho controlarnos.
A continuación, paso a referirte otras cosas: La gente está decorando la calle, como ya se acerca la Navidad, mamá Jose y papi ya terminaron de adornar el frente de nuestra casa, y tengo que contarte que lo hicieron muy cristianamente, con imágenes bíblicas y todo lo demás, yo tuve que dedicarme a Jesús, a pintarlo, tú sabes, a pintarlo por completo, de los pies a la cabeza, porque el Jesús que ellos dibujaron te juro que se parecía a Bin Laden, ¡sólo le faltaba el turbante!, para mí que ellos ven demasiados noticieros, ésa es su costumbre.
Bueno, como venía contándote, se nota que nuestra calle va a lucir bien adornada, la gente dice que este año podemos aspirar a ganarnos el trofeo que le dan en la alcaldía a la comunidad más navideña, ¡si a cierta persona no se le ocurre pelearse con alguien!
Mejor te cuento todo: Mamá Jose le pidió a la Crespa, delante de todo el mundo, que por favor no se deje llevar por la fregadera de la gente, que no se ponga a pelear, y créelo, la Crespa está portándose bien…
Te cuento lo que falta: la Crespa le dijo a Mama Jose que en realidad ella tiene una pelea pendiente, pero que la comunidad puede estar tranquila, que la pelea ya quedó aplazada para enero, en enero le partirá la boca a la Mella Pinto, a ésa, que anda diciendo por ahí que nada tendría de extraño que un día de estos quedara aclarado que papi es mi verdadero padre, que no se cansa de decir que papi demostró demasiado empeño en el asunto de la adopción, en darme su apellido, que repite y repite que en ese cuento hay gato encerrado y que el Niño Dios debería ponerme de regalo la pura verdad, ¡lengualarga la Mella Pinto!, Mama Jose enrojeció como un tomate, puedes imaginarte su furia, pero después se calmó, porque no podía dar mal ejemplo, atizar a la Crespa, que se veía partiéndole la boca a la Mella Pinto, ¿y si a la vergaja le daban ganas de adelantar la pelea?, no, no, eso no podía pasar, le habló cerquitica, ¿qué le dijo?, ni idea, pero lo cierto es que la Crespa está portándose bien…                    

Querida y apreciada madre:
Te saludo enviándote un abrazo y un beso.
¿Qué puedo contarte?, empiezo por lo más chévere, oye bien: dicen que seguramente nuestra calle se va a ganar el trofeo que todos los años le entrega la alcaldía a la comunidad más navideña, la verdad es que nos lucimos, y lo digo así porque yo también puse mi parte, y qué parte: imagínate, mis queridos viejos disparatearon a Jesús, ¡el dibujo más importante!, tuve que auxiliarlos, después mamá Jose me dio un abrazo de felicitación, contenta, contentísima, le noté y le sentí su alegría, créeme, llegó a decir que yo me merezco el trofeo, ¿yo?, ¡ella!, más que cualquier otra persona.
Ahora, sorpréndete: hemos tenido mucha paz, la paz que necesita una calle, sobre todo si esa calle pretende ganarse el premio que tú ya conoces, mamá Jose dice que la vecindad llegó a un acuerdo, y bueno, viva Dios, si vieras como nos saludamos todos, con sonrisa incluida, ¿oíste?
Lo mejor: a los pelaos nos van a organizar una fiesta el veinticuatro, ¡para entregarnos después el regalo de navidad!, me pregunto cuál va a ser el mío, dicen que los juguetes son bonitos y de muy buena marca, la verdad es que estoy emocionado, ¿tú no lo estarías?
Presta mucha atención ahora: los Parra han mandado lejos a su hermana la Crespa, según dicen para protegerla, ¡yo no sabía que la Crespa era la mandamás de una clínica de mujeres!, ¿cómo doctora?, no, no, ella era quien conseguía las clientas, eso dicen, y también que una clienta se complicó, ¡Zuli, la de los Payares!, y entonces apareció la policía...
Mamá Jose dice que yo no debo preguntar nada, y le he obedecido, como siempre, pero mira tú, ¡ella habla tan alto!, hace poco la oí decir que Zuli no quería el regalo del Niño Dios, que ya no quería el regalo que le empaquetó el hijo del cachaco Silfredo, empaquetó, ésa fue la palabra que a ella se le ocurrió utilizar, imitando el hablado ronco de la Crespa, después se quedó en silencio, y entonces temblé de preocupación, ¿me había sentido?, salí corriendo, no quería contrariarla.
Ya en la calle, intenté distraerme, no pensar, pero bonita suerte la mía: fui derechito a toparme con uno de los Parra, con el más peludo de todos, me dijo que me apartara, apártate tú, ¡apártate maldito aborto!…   

Querida y apreciada madre…
                                                                                                                  
Querida y apreciada madre:
Te saludo enviándote un abrazo y un beso…

Querida y apreciada madre:
Te saludo enviándote un abrazo y un beso.
Es bueno lo que tengo que contarte: el Niño Dios me va a poner dos regalos este año, te cuento que además del que tú sabes…

Querida y apreciada madre:
Te saludo enviándote un abrazo y un beso. 
Paso a contarte lo siguiente: el Niño Dios me va a poner dos regalos este año, el de mamá Jose y papi, ¡una bicicleta!, y el que quieran escoger para mí los de la vecindad.
No te sorprendas, acá se vive un ambiente muy especial este año, si vieras cómo ha quedado la calle, toda adornada, con imágenes bíblicas, pesebres y arbolitos repletos de luces, por ahí dicen que nos vamos a ganar el premio que le entrega la alcaldía a la comunidad más navideña, me incluyo en el cuento porque el decorado de mamá Jose y papi se salvó gracias a que yo sé pintar, aunque debo reconocer que sin ese par de viejos… sin ellos…
Sigo: preciosa la decoración, sí, pero lo mejor es que, como ya te di a entender, la comunidad decidió comprarles a todos los niños de la calle, a todos, sin excepción, ¿oíste?, un buen regalo de navidad, ¿cuál va a ser el mío?, ni idea, chévere que se tratara de un instrumento musical, lo tendría sí la Crespa pudiera ayudarme, si la Ley no… lo tendría, porque la Crespa… no sé, yo le caía en gracia, me dijo eso, en cierta ocasión, la verdad es que me lo dijo muchas veces, tengo que confesártelo, siempre que estábamos solos me pasaba la mano por el pelo y se pegaba a mi oído para decirme ¡que yo le caía en gracia!, yo, a esa Mala Gente, como le dicen, ¿que ella es una mala persona?, yo sería capaz de decir delante de todo el mundo que a mi parecer la Crespa sólo se portaba como una peleonera cuando alguien decidía atacarla, y que eso es normal, ¿o no?, ¿tú qué dices?, sé que la conociste bien, que ustedes dos fueron compañeras, compinches, me pregunto, madre, si alguna vez se pelearon, creo que no, NO, me atrevo a decirlo porque mira, ella habla de ti con mucho afecto, siempre, y lo más raro: en su cabeza tú sigues siendo una muchachita, la nena de los Castellar… sí la Crespa pudiera… ¿no te lo he dicho?, los Parra, sus familiares, la han mandado lejos, según dicen para protegerla, yo no sabía lo de la clínica, madre, no lo sabía...
Sigo con lo de los pelaos: antes de entregarnos el regalo, nos van a complacer con una fiesta, a mí no me gusta mucho el baile pero intentaré moverme como pueda, ¡pero mira tú!, veré llegar a Fuentes, mi enemigo mortal, va a atacarme, va a decirme que tú te movías igual que una puta, que terminabas acostándote con todos los tipejos que te sacaban a bailar, que te empreñó uno de esos tipejos, y que luego… la Crespa…la Crespa no quiso hacerlo…¡Fuentes me va a llamar maldito aborto!

Querida y apreciada madre:
Te saludo enviándote un abrazo y un beso.
Te cuento que no me he portado del todo bien: hace poquito le di una paliza a Fuentes, el hijo de la bollera…
FIN
     

     

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