lunes, 16 de mayo de 2011

Un cuento de nuestros dias: Una operación perfecta

Una operación perfecta
Perfecta, doy fe de ello, claramente. Pero por favor, que no me vea mamá, invéntenle cualquier cosa, ustedes saben hacerlo, pueden hacerlo.
Doy fe, expongo, cuento: una imagen vale más que mil palabras. Siempre.
-¿Encajaste al fin, huevoncito?
-Pues no sé, teniente. Venga, asómese.
-¿Te quedó grande acaso?
-Venga, hombre.
-Voy, ya voy… Pero si está bien, Echeverri, perfecto, diría yo. ¿O no, huevoncito?...
Perfecto, teniente, sin duda, el cabo Echeverri hizo un buen trabajo; éste es el mío, me queda como debe ser… No te hace justicia, hijo, diría Conchi la costurera, mi madrina, que es experta en buenas figuras, que seguramente ha contado y recontado lo poquito que sabe: Salió de aquí ¡muerto de la risa!: “Mañana le traigo la tela, ¿oyó?, sin falta.” Quería que yo le confeccionara una camisa punk”. Salió sin afán, con la parsimonia de siempre; tuve que decirle que se apurara, que ya se estaba haciendo muy de noche, y entonces sí que apretó el paso, corrió para complacerme, para llegar rápido a su casa. Sí, madrina, corrí. Pero lo cierto es que también hubiera podido gritar mamá, duro, ¡Mamá!, ¡Mamá!, lo suficientemente duro, yo, el civil, Civil: adj. Ciudadano, relativo a la ciudad o a quienes la habitan. 2 Sociable, correcto. 3 Se dice de la persona que no es eclesiástico ni militar…
-¡Que se identifique el civil!
Que mamá no me vea, me sale ahora de todas partes, mamá no, por favor...
-¡Qué se identifique el civil!
No soy un desaparecido, mucho menos un NN… Fue una operación perfecta, cómo no: Soy un terrorista… un guerrillero muerto en combate.
-¡Qué se ajuicie el civil!
Recuerdo ahora, tal vez por lo aficionado que fui a las novelitas policiacas, que no hay crimen perfecto.
                                                      FIN






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